jueves, 28 de octubre de 2010

Una Intima Comunion con Dios

La adoración se centra en lo que Dios es. La alabanza refleja su majestad y su grandeza. Es acción de gracias por sus obras.
El libro de Apocalipsis muestra que el cielo está lleno de alabanzas a Dios. Todos hemos sido llamados para reconocer su grandeza y su poder, esta tarea hay que aprenderla aquí en la tierra puesto que en el cielo viviremos por la eternidad en continua alabanza. Veamos tres puntos concernientes a la alabanza:
1) La alabanza hace posible que sea manifestada la presencia del Señor en nuestras vidas, en el universo de nuestras vidas. El libro de los salmos es un himnario, que expresa claramente la grandeza de DIOS en las vidas de sus autores. Los salmos fueron escritos para ser cantados. El Salmo 22:3 dice que Dios habita en medio de las alabanzas de su pueblo. La alabanza debe ser verbalizada conforme el sentir de nuestro corazon para con Dios. En otras palabras, la alabanza es la expresion mas genuina, del sentir del hombre hacia DIOS; es la expresion del  una alma que entiende y comprende lo que es sentirse agradecido de Dios. La alabanza es la forma mas hermosa de decirle Gracias Senor! Dios creo a la humanidad para vivir con ella. En el libro de Éxodo, capítulos 25 al 28, Dios da instrucciones precisas a Moisés para construir el tabernáculo de reunión, y en 2Crónicas capítulos 2 al 6 Salomón construye el Templo. Cuando Moisés y Salomón terminaron su obra “En ese instante la nube cubrió la Tienda de reunión, y la gloria del Señor llenó el santuario”. (Éxodo 40:34), y “Cuando Salomón terminó de orar, descendió fuego del cielo y consumió elholocausto y los sacrificios, y la gloria del Señor llenó el templo”. (2Cro.7:1) Moisés y Salomón experimentaron la presencia de Dios cuando concluyeron su obra: el tabernáculo y el templo. Nosotros, cuando alabamos a nuestro Dios. Los cristianos nos “nutrimos” de la alabanza y de la Palabra. La alabanza provee un trono para el Señor. El salmo 100:4 dice: “Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos de alabanza”. Por tanto, para nosotros, el venir al templo, se convierte en gozo. En la iglesia primitiva, se reunían a diario en los templos o en las casas; nosotros necesitamos cambiar la cultura de la “religiosidad” por la cultura de la “alabanza”. Según este salmo, debemos alabar por tres cosas: a) Porque Dios es bueno y para siempre es su misericordia. b) Porque Su amor es eterno. c) Porque Su fidelidad es por todas las generaciones. Jesús dijo:“Yo soy la puerta, el que por mi entra será salvo”. Las puertas del Señor son puertas de salvación. Isaías 60:18 dice: “Ya no se sabrá de violencia en tu tierra, ni de ruinas y destrucción en tus fronteras, sino que llamarás a tus muros “Salvación” y a tus puertas”Alabanza”.
2) La alabanza nos muestra el camino de Salvación. Josafat rodeado de sus enemigos iba a perecer, entonces buscó a Dios quien le dio una estrategia: Los cantores irían delante alabando al Señor; el ejército enemigo se confundió, y se mataron entre ellos mismos. ¿Estás en problemas? ¡Alaba al Señor!. ¿Sufres de alguna enfermedad? ¡Alaba al Señor! Jonás representa a los que se rebelan contra Dios: Él se rehusaba a anunciar el mensaje del Señor para que no se arrepintieran y se salvaran. Cuando nos apartamos de Dios, como Jonás, descendemos; él había bajado al fondo del barco para acostarse a dormir. Luego que los marineros supieron que la tormenta se debía a que Jonás huía del Señor, lo lanzaron al agua, (siguió bajando), y el Señor dispuso un enorme pez que se lo tragó (aun más abajo) Entonces Jonás, en el vientre del gran pez empezó a cantar y alabar, y el pez lo vomitó porque la alabanza trae liberación. Igual sucedió con Pablo y Silas cuando estaban encarcelados, alabaron a Dios y fueron liberados por el ángel.
3) La alabanza debe ser un sacrificio, algo que cuesta. “Así que ofrezcamos continuamente a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre” (Hebreos13:15)Es bueno alabar a Dios cuando las cosas van bien, pero también debemos alabarlo cuando las cosas van mal, en toda situación, en todo tiempo, cada día, a cada instante. El salmo 145:1-2 dice: “Te exaltaré, mi Dios y Rey; por siempre bendeciré tu nombre. Todos los días te bendeciré; por siempre alabaré tu nombre”. El salmo 111 comienza con estas palabras: “Alabaré al Señor con todo el corazón” Hay que alabarlo con manos levantadas, con palmas, con el corazón, con la lengua, con voz de regocijo, siempre y en todo lugar, especialmente en casa, si queremos que Él habite entre nosotros. ¡Llenemos nuestro hogar con alabanzas; lleguemos a las reuniones antes de tiempo y entremos por sus atrios con alabanza! 
Ref/de mi tabernaculo//anadiendo mi perspectiva.
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